El escándalo de Cambridge Analytica ha destapado la recopilación de datos que realizan las redes sociales, detalles que se desconocían del uso que se les daba y la cesión que hacen de ellos a terceros. En el caso de Facebook, recolectando información muy detallada en sus perfiles y el uso que hacen de la misma, por ejemplo, vendiendo esos datos a terceros o permitiéndoles acceder a ellos para que puedan ser usados con fines comerciales, publicitarios o generadores de opinión, dirigiendo anuncios, información o contenidos a personas a quienes probablemente les interese lo que se ofrece o, lo que es peor, para interferir sobre su opinión.