Redacción.
El Hotel Hesperia Presidente de Barcelona ha acogido esta mañana el congreso de la firma de abogados Hispajuris a través de su socio en Barcelona Bufete Escura, el cual se ha centrado en el análisis de la profesión de la abogacía en la actualidad y sus tendencias.
El encuentro ha sido inaugurado por el representante de la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía de Barcelona Frederic Munné y por el presidente de Hispajuris Fernando Escura, quien ha destacado que “Hispajuris se posiciona como una firma especializada en el ámbito local muy conocedor de los diferentes sectores empresariales y con un enfoque de captación de pymes como su cliente principal”.
En primer lugar, la abogada y socia de Bufete Escura, Doctora en Economía y Administración de Empresas y Profesora Asociada en ESADE Business & Law School, María José Esteban ha hablado de la situación de la abogacía en el marco de la globalización. Esteban ha recordado que “a finales de los años 90 emergió la abogacía global liderada por el Reino Unido y los Estados Unidos con avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones, la desregulación económico financiera y la consolidación de un mercado mundial” y ha añadido que la crisis financiera global del 2008 provocó despidos masivos de abogados en Reino Unido y los Estados Unidos, “cosa que no sucedió en un primer momento en España”.
En este sentido, Esteban ha afirmado que “los cambios estructurales son evidentes ahora con nuevos objetivos de calidad, un desarrollo exponencial de las nuevas tecnologías, cambios en el marco normativo, un desplazamiento del poder económico en el mundo y una evolución del modelo de negocio global con nuevos entrantes”. Asimismo, Esteban ha apuntado que “la revolución en la calidad va asociada a la tecnología”.
Seguidamente, ha explicado los cambios en el marco normativo de la abogacía, entre los cuales “la tendencia a la liberalización del mercado de servicios jurídicos con una reducción de las restricciones a las estructuras empresariales que los bufetes de abogados pueden adoptar con estructuras alternativas y sociedades multidisciplinares”. Por otra parte, también, ha incidido en “la reducción de las actividades reservadas a los abogados”, “la creación de organismos independientes para controlar la profesión” y “el desplazamiento del poder económico y del mercado jurídico hacia los países el sur y del este”. Esteban ha apuntado, a continuación, que “ahora nadie pone en duda la revolución de la calidad de los servicios jurídicos, la configuración del mercado de servicios legales mucho más orientada al proceso, digitalizada y sistematizada y la entrada de nuevos competidores con una evolución normativa y económica internacional que refuerza esta situación”. Finalmente, ha concluido que estamos observando “una concentración del sector jurídico en grandes operadores, un control de la calidad de los servicios jurídicos no tradicionales y una irrupción de nuevos operadores, especialmente vinculados al sector de las nuevas tecnologías”.
A continuación, el economista experto en gestión y dirección de despachos y Director general y socio fundador de Amado Consultores Jordi Amado ha abordado el relevo generacional en las firmas de abogados. Amado ha afirmado que “el sector jurídico en España es un sector muy atomizado en el que diferenciarse y crecer resulta muy difícil”. En relación al relevo generacional, Amado ha apuntado que “si no se planifica la sucesión, los despachos se estancan y no evolucionan” y es por ello que ha apuntado la necesidad de “definir una hoja de ruta entendida como un proceso largo y flexible que debe saberse comunicar y que debe dejarse por escrito”.
Amado ha expuesto que la sucesión “empieza con la identificación de los posibles compradores o sucesores dando prioridad a los profesionales a nivel interno” y ha añadido que la importancia de tener en cuenta “el cambio en la forma de dirigir el despacho pasando de un modelo personalista a un modelo más participativo”. A su vez, también, ha recordado que se debe “ayudar y preparar al sucesor o futuros socios y líderes”, a la vez que ha afirmado que “cabe recordar siempre que el despacho tiene un valor fundamentado en el fondo de comercio, el equipo profesional, el tipo de servicio, la tecnología y la marca”. En un proceso de transmisión a profesionales a nivel interno es necesario “identificar a los que son clave y establecer una evaluación constante marcando objetivos”, mientras que en un proceso de venta del despacho a compradores externos se debe considerar “cuándo es el momento de vender, visionar el proceso de venta, valorar el despacho y tener en cuenta fórmulas alternativas como las fusiones y alianzas”. Finalmente, Amado ha concluido que el “día después” del relevo y/o jubilación “se tiene que ver como una nueva etapa entendida como un mundo de colores”.
Finalmente, el abogado miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, de la New York State Bar Association, de la American Bar Association y de la International Bar Association Charles C. Coward Bates ha disertado sobre la globalización de la profesión de abogado destacando que esta globalización “se está acelerando” debido a factores como “las tecnologías de la información, las telecomunicaciones, la digitalización, internet, el e-money, el e-banking, el big data, la inteligencia artificial, el blockchain y los avances en el transporte”.
Coward Bates ha recordado que tradicionalmente los abogados han aportado “capacidad de persuasión, así como conocimiento de la ley y de los procesos y gestiones”, pero que actualmente lo prioritario es “el criterio del abogado”. Asimismo, ha afirmado que “los factores que más están incidiendo a nivel jurídico son los que permiten la organización, transmisión y trato del conocimiento” y ha añadido que “el trabajo del abogado está basado en el conocimiento, la persuasión y el criterio, aspectos que no son materiales sino conceptuales”.
Seguidamente, Coward ha señalado que las máquinas descubren cosas que los humanos no, por ejemplo tabulan las horas que tardan los diferentes jueces en resolver los asuntos. A todo ello, ha concluido que “el ejercicio del derecho tiene muchos elementos locales pero no es inmune a los elementos que aceleran la globalización” y ha recomendado “concentrarse en los servicios que resisten a la comoditización’ y especializarse en un aspecto del derecho y aprovechar y profundizar en las ventajas de formar parte de una red”.