Redacción.
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, Baker McKenzie reunió un año más en Barcelona a cerca de 200 destacadas mujeres para reflejar su papel fundamental como impulsoras del cambio y como gestoras de proyectos nacionales e internacionales.
El evento, todo un referente en la ciudad y que en esta ocasión se celebró ayer jueves en el Recinto Modernista del Sant Pau, se consolida como una plataforma única donde mujeres influyentes tienen la oportunidad de compartir sus experiencias y reflexiones sobre el liderazgo femenino en proyectos de alcance global. Se trata de contar con un espacio de reflexión sobre las importancia de la diversidad y el potencial del talento femenino en la toma de decisiones estratégicas en proyectos de alta envergadura.
Mireia Sabaté, socia co-directora de Baker McKenzie España, dio la bienvenida afirmando que el Día Internacional de la Mujer “es coherente con los valores y las acciones que nuestra Firma promueve y defiende para conseguir una igualdad de género en todos los sentidos y a todos los niveles. Nos enorgullece liderar el sector legal con el mayor número de mujeres en puestos de socias que en España superan el 40%. Este logro refleja nuestro compromiso inquebrantable con la igualdad de oportunidades en el entorno laboral”. Mireia añadió que “seguimos promoviendo la diversidad y el liderazgo femenino en todo los niveles”. Para lograr esta meta, la Firma cuenta desde hace años con dos programas distintivos diseñados específicamente para impulsar el avance de las mujeres hacia roles de liderazgo: el Programa RISE y el Programa LIFT. Estas iniciativas abarcan mentorías personalizadas, modalidades de trabajo flexibles, capacitación en liderazgo, gestión de equipos y desarrollo de habilidades empresariales. A través de estas medidas proactivas, Baker McKenzie crea un entorno más inclusivo y diverso donde las mujeres pueden desarrollar plenamente su potencial y alcanzar puestos de liderazgo.
Carme Ruscalleda única chef con 7 estrellas Michelin, fue la invitada de honor este año. En conversación con Cristina Duch, socia de Baker McKenzie, hizo gala de su energía, entusiasmo y pragmatismo asegurando que dos de las claves que le han ayudado en su vida han sido el respeto y la confianza hacia su equipo y el apoyo y la complicidad de la familia. Así, Ruscalleda defendió su éxito porque desde joven reivindicó como mujer poder desarrollar su faceta artística y la voluntad de crear un espacio de comidas, en un momento en el que eran los hombres los que desarrollaban una carrera profesional. La propia Carme aseguró que su éxito fue posible gracias al apoyo de sus padres y de su marido, a ciertas renuncias personales, a aprender de las dificultades y a tener claro el objetivo de vida.
