Por A. Salvador.
Barcelona.
Hace unos pocos minutos se ha dado a conocer un nuevo actor en nuestra abogacía; ha nacido el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (“ISMA”) como un proyecto valiente y pionero en el sector jurídico con el principal objetivo de “trabajar por y para el bienestar de la abogacía”. La página web del ISMA es www.saludmentalabogacia.org
¿Cuál es el estado de salud mental de nuestros abogados y estudiantes de Derecho?
Según una carta remitida por Manel Atserias, Presidente y Fundador del ISMA, a las máximas autoridades de la abogacía española, catalana y barcelonesa, en Estados Unidos la prensa ha dado varías veces alarma de que “los índices de suicidio, depresión, ansiedad, estrés, alcoholismo y consumo de drogas (de abogados y estudiantes de Derechos) son superiores al de la media de la población estadounidense”.
En España, por el contrario, únicamente puede encontrarse el estudio “Análisis de las características de las patologías y lesiones del abogado en España”, encargado por la Fundación Instituto de Investigación Aplicada a la Abogacía (FIIAA). Según tal estudio, y tal como expone Atserias en la misiva remitida, aunque se estimó que alrededor de un 3% de los abogados españoles tienen algún problema relacionado con la salud mental, tal dato en comparación con otros estudios en Italia o Francia indicaría que hay un gran subregistro, que derivaría de la ocultación de tales problemas por parte de los afectados.
Ante tal situación, el ISMA ha decidido actuar en pro del bienestar de nuestra abogacía. Entre otros, sus objetivos fundacionales radican en radiografiar el estado de salud mental de abogados y estudiantes de derechos e identificar los factores de riesgo psicosociales que han llevado a tal situación.
Seguidamente, desde el Instituto de Salud Mental de la Abogacía se pretende trabajar para la adopción de políticas, en el seno de los despachos de abogados, que promuevan aumentar el bienestar de los abogados y abogadas en ejercicio. Asimismo, también se trabajará en la lucha contra el estigma y prácticas discriminatorias que padezcan abogados y abogadas, a través de, entre otros, campañas de concienciación.
Pero, más allá de analizar la situación existente y promover medidas de corrección a la misma, el ISMA no olvida que una gran parte del trabajo debe hacerse ex ante en facultades de derecho, centros de formación jurídica y colegios de abogados; en este sentido, se propondrá la inclusión de contenidos de salud mental de la abogacía en programas universitarios y de formación impartidos por los anteriores.
Primera toma de contacto de apoyos del ISMA
Atserias nos cuenta a El Jurista que en el mismo día del nacimiento se ha remitido una carta abierta solicitando el apoyo del Consejo General de la Abogacía Española, el Consejo de la Abogacía Catalana y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona. Asimismo, hoy Atserias se reunirá con el decano del Ilustre Colegio de la Psicología de Cataluña para exponerle el proyecto e intentar establecer lazos de colaboración.
En este sentido, Atserias expone a El Jurista que se muestra “muy a la expectativa”sobre las primeras reacciones de la abogacía al respecto. Para Atserias “este tipo de iniciativas, consistentes en trabajar por y para el bienestar de la abogacía, ya se han llevado a cabo en Canadá, Estados Unidos y Reino Unido”. Asimismo, expone que “de momento, está teniendo una buena recepción. Prueba de ello, fue la reunión que tuve la semana pasada con Jordi Pintó Sala, presidente del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE). En ese encuentro, el presidente de esta institución me animó a que siguiera adelante. Asimismo, Maria Eugènia Gay, decana del ICAB, también ha mostrado interés en esta iniciativa”.
“Teniendo en cuenta que es un proyecto pionero en España, el objetivo principal a corto plazo es el de darnos a conocer a través de nuestra página web, redes sociales y seminarios/conferencias. En este sentido, ya hemos iniciado conversaciones con colegios profesionales (abogados y psicólogos) y organizaciones de salud mental (fundaciones y asociaciones) para obtener el máximo apoyo posible (financiación, espacios donde impartir charlas, etc.)”, concluye Atserias.
